El Sevilla FC se ha proclamado campeón de la Copa de su Majestad el Rey 2010-2011 tras vencer al Atlético de Madrid por 2-0 en el Camp Nou.
¿Justo ganador? Justísimo. Marcó dos goles por cero del rival.
¿Merecido? La verdad es que por el juego desplegado no. El Sevilla de anoche fue un antifútbol total, salvando las distancias se pareció al Inter de Mourinho jugando contra el Barça en san Siro. Sin salvar nada de distancias fue un calco del Sevilla de Manolo Jiménez. Un equipo que mete un gol y se meten "tos pa' trás a defender un 1-0 en el minuto 4 de partido. No obstante...
No obstante esto era una final, no un partido de liga, ni un concurso de a ver quién juega más bonito. En una final si te pones por delante es un auténtico tesoro. Y así lo vio el Sevilla que le dio el balón a un equipo al que le cuesta horrores mover la pelota, transportarla de lado a lado, o incluso dar un pase a tres metros. El fútbol y las ocasiones fueron todas colchoneras, pero fueron contrarrestadas con las paradas de Palop y la pegada brutal del Sevilla.
El Atlético hizo lo que pudo, pero su falta de creación en el centro del campo lo lastró durante toda la contienda. Demasiado pelotazo a tierra de nadie, demasiada ansiedad, nunca tuvo la calma necesaria, pero aun así pudo empatar en varias ocasiones, algunas clamorosas. Pero no fue su día de cara al gol. Cuando la pelotita no quiere entrar...
Era bastante probable que el equipo que marcara antes se llevaría la Copa. ¿Por qué? Porque ninguno de los dos tiene suficiente creación para mandar en un partido, son equipos de contragolpe puros y duros, sin un cerebro que mande de verdad. El Sevilla marcó pronto, se echó atrás y aguantó el chaparrón hasta que llegó su oportunidad para machacar. 2-0 en una final con un campeón justo y un dignísimo finalista, pero finalista y perderor al fin y al cabo.
Mis felicitaciones a mis colegas sevillistas. ¡Enhorabuena!
¿Justo ganador? Justísimo. Marcó dos goles por cero del rival.
¿Merecido? La verdad es que por el juego desplegado no. El Sevilla de anoche fue un antifútbol total, salvando las distancias se pareció al Inter de Mourinho jugando contra el Barça en san Siro. Sin salvar nada de distancias fue un calco del Sevilla de Manolo Jiménez. Un equipo que mete un gol y se meten "tos pa' trás a defender un 1-0 en el minuto 4 de partido. No obstante...
No obstante esto era una final, no un partido de liga, ni un concurso de a ver quién juega más bonito. En una final si te pones por delante es un auténtico tesoro. Y así lo vio el Sevilla que le dio el balón a un equipo al que le cuesta horrores mover la pelota, transportarla de lado a lado, o incluso dar un pase a tres metros. El fútbol y las ocasiones fueron todas colchoneras, pero fueron contrarrestadas con las paradas de Palop y la pegada brutal del Sevilla.
El Atlético hizo lo que pudo, pero su falta de creación en el centro del campo lo lastró durante toda la contienda. Demasiado pelotazo a tierra de nadie, demasiada ansiedad, nunca tuvo la calma necesaria, pero aun así pudo empatar en varias ocasiones, algunas clamorosas. Pero no fue su día de cara al gol. Cuando la pelotita no quiere entrar...
Era bastante probable que el equipo que marcara antes se llevaría la Copa. ¿Por qué? Porque ninguno de los dos tiene suficiente creación para mandar en un partido, son equipos de contragolpe puros y duros, sin un cerebro que mande de verdad. El Sevilla marcó pronto, se echó atrás y aguantó el chaparrón hasta que llegó su oportunidad para machacar. 2-0 en una final con un campeón justo y un dignísimo finalista, pero finalista y perderor al fin y al cabo.
Mis felicitaciones a mis colegas sevillistas. ¡Enhorabuena!
25 de mayo de 2010, 6:39
¡Viva el Sevilla, Parris!
Por cierto, aunque hubiera podido parecerte un calco del Sevilla de MJ, ya te digo yo que no tiene nada que ver. Con el de Arahal seguramente hubiéramos palmadado por incomparecencia en el terreno de juego rival... El otro día el Sevilla fue, por encima de todo, efectivo y resolutivo. He dicho.